martes, 21 de febrero de 2012

Alimentos y Nutrientes

Alimentos y nutrientes
En el lenguaje de la nutrición se recomienda la ingestión balanceada de alimentos, unos en mayor y otros en menor proporción. Pero ¿A qué se debe esto? La necesidad de que nuestros alimentos contengan los nutrientes adecuados según nuestra edad es importante, pues cada cosa que ingerimos tiene como propósito ayudar a mantener nuestra salud, originando fenómenos dentro de nuestro organismo. Sin embargo para que la acción pueda ser realizada de manera completa y eficaz, es necesario que en nuestra dieta incluyamos todo tipo de alimentos, pues en su composición química cada uno posee una composición específica para desarrollar una determinada función, un ejemplo son los nutrientes que cumplen una función energética, estructural y reguladora. Los más importantes son:
-        Lípidos
-        Proteinas
-        Carbohidratos                                                  
-        Vitaminas
-        Agua

Cada uno de estos nutrientes cumple con una función específica, por ejemplo, la ingestión de carne y vegetales de color verde intenso, provee al cuerpo de proteínas, las cuáles ayudan a la formación de nuevos tejidos, sintetizar enzimas y producir insulina.



Ingerir minerales también es necesario, pues el cuerpo requiere una cierta cantidad de estos para desempeñar funciones que mantienen la homeostasis del organismo. Por ejemplo contracción muscular, reacciones nerviosas y coagulación sanguínea. Se los ha dividido en 2 grupos macroelementos (calcio, fósforo, magnesio, sodio, hierro, yodo y potasio) y microelementos (cobre, cobalto, manganeso, flúor y zinc) los primeros se requieren en mayores cantidades, mientras que los segundos en mínimas cantidades pero cumplen importantes funciones.
Un macroelemento muy importante es el calcio, necesario para la formación y rigidez de los huesos, contracción muscular y conducción nerviosa, una fuente importante de calcio es la leche y sus derivados.
El fósforo por su lado desempeña un papel importante en el metabolismo energético, y está presente en ciertos cereales, verduras, frutas y sobretodo la leche. El magnesio es importante porque mantiene el potencial eléctrico, los alimentos que nos proveen de este mineral son el pan y arroz integral, la leche, garbanzos y trigo.
El sodio regula e fluido extracelular y se encuentra en alimentos salados y comidas preparadas. El yodo cumple una de las funciones más importantes, pues regula la síntesis de las hormonas producidas por la tiroides, responsable del desarrollo y del crecimiento, este mineral se encuentra en la sal, es por eso que el consumo de sal yodada reduce la presencia de bocio, cretinismo y otras manifestaciones de retardo mental. El hierro transporta oxígeno, forma hemoglobina y glóbulos rojos, su aporte disminuye el riesgo de padecer anemia ferropénica.
Con respecto a los micronutrientes, el flúor mantiene el esmalte dental y evitan la desmineralización ósea, el zinc es esencial en la formación de enzimas y su deficiencia puede causar problemas de enanismo.
Las vitaminas mejoran el metabolismo de carbohidratos, lípidos y proteínas y aceleran la descomposición y asimilación de los alimentos. Pueden ser hidrosolubles (Vitamina B y C)  o liposolubles (A, D, E, K). Cada una desempeña un papel específico, por ejemplo la vitamina D es necesaria para la absorción y fijación del calcio o la vitamina K necesaria para la coagulación sanguínea. La vitaminas más importantes del complejo B son B1, B6, B12 Y PABA, estas ayudan a prevenir el beriberi y pelagra.
Los carbohidratos son la fuente de energía principal del organismo, se encuentran en mayor proporción en cereales, tubérculos y legumbres, y en menor cantidad en ciertas frutas y verduras, su aporte es absorbido por células en forma de glucosa.
Los lípidos son una considerable fuente de energía y el medio ideal para la absorción de las vitaminas liposolubles, si el nivel de lípidos en el organismo desciende, puede haber enfermedades, pues las vitaminas A, D E y K, no tendrían un medio para ser absorbidas, y por ende las funciones que estas desempeñan no se realizarían.
Por ende, mantener una alimentación balanceada y equilibrada es sinónimo de una buena salud, pues la ingestión alimentaria debe contener todos los nutrientes necesarios en función del sexo, edad y actividad física de la persona

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